El presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, Pedro Hidalgo, analiza la situación de una profesión que ha pasado del aplauso diario a la agresión y sufre la falta de material y personal para atender a los pacientes.
Artículo original de: Periódico Extremadura / Enlace noticia
EL PERIÓDICO:
¿Qué papel cree que han desempeñado los médicos en todos los sectores afectados por la actual crisis sanitaria?
PEDRO HIDALGO:
De absoluta vocación. Desde el principio, cuando no había suficientes materiales de protección, hasta hoy, con una atención primaria saturada y unos centros de agudos y de atención continuada con un elevado número de pacientes, hemos demostrado la profesionalidad del colectivo, priorizando siempre la mejor atención humana y científica que los medios nos permiten. Nuestra vocación médica de servir a la sociedad ha sido evidente durante todo este tiempo.
EP: ¿A qué se debe la falta de reconocimiento de los médicos por parte de las autoridades y la sociedad?
PH: Nuestra profesión no necesita aplausos ni medallas, que por supuesto agradecemos mucho, sino recursos humanos y medios materiales para prestar la atención más adecuada a nuestros pacientes. No debemos caer en la autocomplacencia, sino abordar juntos los continuos retos a los que nos enfrentamos como sociedad. Para ello, la administración debe poner a disposición estos recursos y la sociedad debe entender mejor el papel del médico, que está para ayudar en lo posible, pero que no es quien decide cuántas líneas telefónicas o personal administrativo debe haber en un centro de salud, ni es responsable de que las llamadas del ciudadano no sean atendidas en su centro.
EP: Tolerancia cero con los abusos hacia los médicos: ¿Qué medidas está tomando el Colegio de Médicos?
PH: Esta es una de las situaciones más preocupantes desde hace tiempo. Hemos pasado de aplaudir en los balcones a agredir a un médico en una consulta. No es lógico ni explicable atacar a los que te ayudan. Hace unos días celebramos una reunión entre las fuerzas de seguridad del Estado, las autoridades sanitarias y los representantes de los colectivos profesionales con el fin de mejorar las medidas de seguridad en nuestra labor sanitaria, pero también en el ámbito de la prevención. Desde hace tiempo, nuestro Colegio realiza campañas de concienciación entre nuestros colegiados y en la comunidad en general para recordar que agredir a un médico ya no es una falta, sino un delito, y que nuestro servicio jurídico, altamente capacitado en la materia, consigue las mayores penas para los agresores. No permitimos la impunidad en este ámbito e instamos a nuestros afiliados a denunciar cualquier amenaza o acto agresivo, ya sea verbal o físico, para acabar con esta lacra social. Tolerancia cero con las agresiones.
EP: ¿Cómo cree que ha afectado el covid-19 a este colectivo?
PH: En primer lugar, físicamente. Estar en la primera línea de la batalla ha supuesto que muchos de nuestros colegas hayan muerto y se hayan visto afectados por la pandemia con importantes secuelas. Y la segunda es emocional. El agotamiento y la sensación de agobio nos afecta como personas que somos. No obstante, como decíamos al principio, hemos mostrado nuestra profesionalidad a lo largo de este periodo y seguiremos haciéndolo, porque la esencia misma de un médico es atender al paciente con nuestra máxima experiencia.